Estudio cita contexto familiar como una causa de violencia en escuelas
La violencia en los centros educativos no solo es física y practicada entre los alumnos. También en algunas ocasiones es ejercida por el personal docente hacia los estudiantes, aunque en el caso de los maestros no se haga con tal propósito, ni con plena conciencia de ello.
La violencia constituye una forma de relación que permea todos los espacios, todos los momentos y todos los actores del centro educativo.
Así quedó evidenciado en la investigación “Estar, ser y con-vivir en la escuela. La violencia escolar desde las voces de estudiantes y docentes”, realizada por Berenice Pacheco Salazar, con una muestra de 604 alumnos, de 5to y 8vo grado, con edades entre 9 y 6 años, pertenecientes a centros educativos públicos de Santo Domingo.
Los resultados de la investigación fueron presentados en el 8vo Congreso Internacional del Instituto Dominicano de la Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (Ideice), titulado “Desarrollo Curricular: lecciones aprendidas y perspectivas”.
Según la investigación, el personal docente atribuye las causas de la violencia escolar al contexto familiar; y los estudiantes entienden que los causantes principales son el juego y los enchinchadores o espectadores provocadores.
A nivel institucional, las estrategias para enfrentar las acciones de violencia se limitan fundamentalmente a bajar las calificaciones y a la suspensión de los alumnos de las clases.
“Esto evidencia una respuesta institucional violenta que, además, solo considera la violencia entre estudiantes (fundamentalmente la física) y de estudiantes a docentes como objeto de sanción”, se argumenta en los resultados de la investigación.
Sin embargo, estudiantes y docentes coinciden en valorar que las estrategias implementadas por los centros educativos no logran mejorar ni erradicar la situación de violencia escolar, a pesar de lo cual estos últimos las continúan utilizando.
La violencia entre estudiantes se manifiesta de manera verbal, física, “económica”, cuando externan conductas de control por poseer más dinero y poder de adquirir cosas; y sexual, muchas veces escondida tras la pretensión de ser un juego.
Asimismo, se demuestra que el personal docente ejerce violencia verbal y física hacia su alumnado, asumiéndola como un mecanismo de control disciplinario y recurso pedagógico.
El trabajo de campo muestra consistentemente que existen características de la cultura escolar que se constituyen en violencia de la escuela, por ejemplo: el adultocentrismo, expresado en las normas escolares y en la ausencia de espacios de participación; las experiencias de clases que no atienden a la diversidad; y los mecanismos de control del cuerpo y las identidades del estudiantado.
Esto último pone de manifiesto la consideración implícita de que los débiles lazos de amistad entre pares también sustentan esta problemática. Para el caso de ambos actores, se muestra un fuerte arraigo a los estereotipos tradicionales de género.
Los hallazgos además indican que las estrategias personales utilizadas para abordar la violencia escolar, por parte del estudiantado son: las acciones de chivatear y, fundamentalmente, la de no quedarse dao’, es decir, reaccionar y defenderse ejerciendo más violencia.
La investigación se llevó a cabo en dos centros educativos públicos del segundo ciclo del nivel primario, de contextos urbanos marginales en Santo Domingo, República Dominicana. Se trabajó con una muestra intencionada de 23 docentes y 604 estudiantes de 5º a 8º grado, en edades comprendidas entre los 9 y 16 años, quienes participaron del estudio de manera informada y voluntaria.
En la investigación, además de los estudiantes, participaron 23 docentes. Para profundizar en sus opiniones sobre las causas de la violencia escolar, se utilizaron cuatro técnicas de recolección de información: la observación no participante, los talleres lúdicos-creativos, los grupos focales y las entrevistas en profundidad semiestructuradas
Conclusiones
Según la investigadora, los hallazgos y conclusiones de la presente investigación son de relevancia para orientar el diseño e implementación de programas de atención, prevención y erradicación de la violencia escolar en el contexto dominicano.
“Se propone la creación de un Programa Integral para la Construcción de la Convivencia Escolar y la Prevención de la Violencia en República Dominicana, desde los principios de atención a la diversidad, la igualdad de género, la interculturalidad y la educación emocional. Para ello, se recomiendan acciones concretas que desde el desarrollo profesional docente y la gestión escolar pueden impulsarse”, agrega-
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